En el siglo XVI, las pantomimas comenzaron a desarrollarse hasta alcanzar la forma que conocemos hoy, con diálogos hablados y trajes y decorados elaborados. La primera pantomima registrada en Inglaterra se representó en 1717 en el Theatre Royal, Drury Lane de Londres. Esta pantomima, titulada "Arlequín Dr. Fausto", fue un éxito y ayudó a popularizar el género en Inglaterra.
Las pantomimas siguieron ganando popularidad a lo largo de los siglos XVIII y XIX, convirtiéndose en un elemento básico del teatro británico. En el siglo XX, las pantomimas se representaban en teatros de todo el Reino Unido y siguen siendo populares hasta el día de hoy.