1. Abucheos y silbidos: Los miembros del público abucheaban y silbaban ruidosamente durante la actuación. Estos sonidos sirvieron como señal clara para los actores y la compañía de teatro de que el público no estaba contento.
2. Lanzar objetos: En algunos casos, los espectadores arrojaban objetos al escenario, como frutas y verduras podridas o incluso monedas pequeñas, como forma de expresar su descontento. Esta fue una forma extrema de desaprobación.
3. Gritos y burlas: Los miembros de la audiencia pueden gritar, burlarse y hacer diversos comentarios despectivos durante la actuación. Este comportamiento bullicioso perturbaría el juego y serviría como una clara indicación de descontento.
4. Salir: Si una parte significativa del público sentía fuertemente su desaprobación, podían abandonar colectivamente el teatro. Salir fue un gesto simbólico que demostró el total rechazo de la obra por parte del público.
5. Crítica pública: Después de una representación, los espectadores insatisfechos pueden escribir críticas o críticas negativas sobre la obra. También podrían expresar su descontento a través de panfletos, el boca a boca o incluso publicaciones como periódicos y periódicos.
Es importante señalar que estas formas de expresar el descontento prevalecieron más en el período isabelino de lo que se considerarían aceptables hoy. Los dramaturgos y las compañías de teatro consideraron cuidadosamente los comentarios del público porque su éxito y reputación dependían en gran medida de la aprobación y el patrocinio de las masas.