Macbeth:
- Hambriento de energía: Sin duda, Macbeth está impulsado por un fuerte deseo de poder. Su ambición está alimentada por la profecía de las brujas de que se convertirá en rey de Escocia. Está dispuesto a tomar medidas drásticas, incluso asesinar, para lograr su objetivo.
- Influencia de la profecía: La profecía de las brujas juega un papel fundamental en la ambición de Macbeth. Se obsesiona con la idea de convertirse en rey, lo que permite que su ambición eclipse su brújula moral y su mejor juicio.
- Impulsado por la masculinidad: La ambición de Macbeth está entrelazada con su sentido de masculinidad. Considera la realeza como un símbolo de fuerza y virilidad, lo que lo obliga a buscar el poder.
Lady Macbeth:
- Apoyo inquebrantable: Al principio, Lady Macbeth parece más ambiciosa que su marido. Ella lo alienta vehementemente a matar a Duncan, el rey actual, para que Macbeth pueda reclamar el trono.
- Deseo de poder y estatus: La ambición de Lady Macbeth tiene sus raíces en su deseo de poder y el prestigio que éste aporta. Anhela el título de reina y la elevación de estatus social que ello implica.
- Influencia psicológica: Lady Macbeth juega un papel importante en la configuración de las decisiones de Macbeth. Ella lo manipula, usando su fuerza de voluntad para superar su vacilación inicial. Sin embargo, su intensa ambición también la lleva a la caída y eventualmente a la locura.
En última instancia, la cuestión de quién es más ambicioso, Macbeth o Lady Macbeth, es compleja. Si bien el apoyo inquebrantable de Lady Macbeth y su naturaleza manipuladora indican su fuerte ambición, la ejecución real de los planes por parte de Macbeth y su búsqueda de poder sugieren que, en última instancia, sucumbe más profundamente a su ambición.