1. Estatus Jurídico y Social:
- Las mujeres tenían derechos legales limitados, incluida la propiedad y herencia de bienes. A menudo estaban legalmente subordinadas a sus padres, maridos e incluso hijos.
- El matrimonio se consideraba principalmente un acuerdo legal y económico, y el consentimiento de la mujer no siempre se consideraba esencial.
2. Educación:
- La educación formal para las mujeres era relativamente poco común. El acceso a la educación se limitaba principalmente a las familias de clase alta, e incluso entonces, a las mujeres a menudo se les enseñaban habilidades que se consideraban apropiadas para su papel doméstico tradicional.
- Se esperaba que las mujeres tuvieran conocimientos de gestión doméstica, costura y otras habilidades prácticas.
3. Empleo:
- Las mujeres de entornos socioeconómicos más bajos a menudo trabajaban en trabajos manuales, en el servicio doméstico o en el trabajo agrícola.
- Las mujeres ricas a veces dirigían hogares grandes y tenían una autoridad considerable dentro de su dominio, pero sus roles todavía estaban circunscritos por las expectativas sociales.
4. Matrimonio:
- El matrimonio era considerado el destino primordial de la mujer.
- Los roles de la mujer dentro de la familia se limitaban generalmente a la crianza de los hijos, las tareas domésticas y el apoyo al trabajo del marido.
5. Creencias religiosas y morales:
- Las creencias religiosas dominantes, como las enseñanzas de la Reforma Protestante, enfatizaban la sumisión y obediencia femenina al cabeza de familia masculino.
- A menudo se percibía a las mujeres como moralmente inferiores a los hombres, y los tratados religiosos a menudo advertían contra su poder de seducción.
6. Representación Cultural:
- Las representaciones culturales de las mujeres en la literatura, el teatro y el arte a menudo las presentaban como secundarias respecto de los hombres, sujetas a sus deseos y carentes de agencia individual.
Si bien las obras de Shakespeare reflejan estas normas sociales predominantes, también exhiben una notable complejidad en su representación de personajes femeninos. Algunos de los personajes femeninos de Shakespeare, como Lady Macbeth, muestran fuerza, inteligencia y ambición que desafían los roles de género convencionales de la época.
La posición de las mujeres en la época de Shakespeare se caracterizaba por la desigualdad de género, oportunidades limitadas y expectativas sociales que enfatizaban su papel subordinado. A pesar de este contexto, las obras de Shakespeare ofrecen personajes femeninos memorables y llenos de matices que continúan desafiando y cautivando al público hasta el día de hoy.