1. La cabeza armada: Después de la profecía de las brujas, Macbeth ve la Cabeza Armada flotando en el aire. El jefe le advierte que "tenga cuidado con Macduff", indicándole que debe tener cuidado con el Thane de Fife. Esta visión aparece tras el asesinato del rey Duncan y sirve como recordatorio de las consecuencias de las acciones de Macbeth.
2. El niño sangriento: La segunda aparición que presencia Macbeth es la del Niño Sangriento. Esta visión representa la culpa y el derramamiento de sangre que ha causado Macbeth. Le advierte que "nunca se lavará la sangre de las manos", simbolizando la naturaleza ineludible de sus crímenes.
3. El Niño Coronado Sosteniendo un Árbol: La última visión que encuentra Macbeth es la del Niño Coronado sosteniendo un árbol. Esta aparición representa la amenaza que plantea Macduff y la profecía de las brujas. Advierte a Macbeth que no será derrotado hasta que "el gran bosque de Birnam y la alta colina de Dunsinane vengan contra él".
Estas visiones persiguen a Macbeth y contribuyen a su creciente locura y paranoia. Sirven como una manifestación física de la culpa y las consecuencias que enfrenta por sus acciones, presagiando su destino final y su caída.