1. Temas y personajes clásicos :Las obras de Shakespeare a menudo se inspiran en la literatura, la mitología y la historia clásicas. Incorpora personajes, historias y temas de la literatura griega y romana, como "Julio César", "Antonio y Cleopatra" y "La fierecilla domada".
2. Humanismo :El énfasis del Renacimiento en el potencial humano, la individualidad y la búsqueda del conocimiento es evidente en la interpretación de los personajes de Shakespeare. Sus obras exploran emociones, motivaciones y conflictos internos humanos complejos, profundizando en las profundidades de la experiencia humana.
3. Exploración del Amor :El Renacimiento reavivó el interés por el concepto de amor cortés y las relaciones idealizadas. Las obras de Shakespeare exploran diversos aspectos del amor, desde el enamoramiento romántico hasta la pasión trágica, reflejando la fascinación renacentista por el tema.
4. Verosimilitud al retratar personajes :El enfoque del Renacimiento en el realismo y la representación realista influyó en el desarrollo del personaje de Shakespeare. Sus personajes exhiben complejidad psicológica, defectos y profundidad, lo que los hace identificables y creíbles.
5. Uso del lenguaje y la retórica :El dominio del lenguaje de Shakespeare es un sello distintivo de sus obras. El énfasis del Renacimiento en la elocuencia y la retórica se refleja en sus intrincados juegos de palabras, lenguaje poético y uso de recursos retóricos como metáforas, símiles y alusiones.
6. Temas seculares :El giro del Renacimiento hacia el secularismo y la apreciación de las actividades mundanas se refleja en las obras de Shakespeare. Muchas de sus obras exploran temas de poder, ambición, riqueza y cuestiones sociales, reflejando el interés del Renacimiento por los asuntos mundanos y los esfuerzos humanos.
7. Imprenta y amplia difusión de las obras :La invención de la imprenta durante el Renacimiento facilitó la amplia difusión de la literatura. Esto permitió que las obras de Shakespeare llegaran a un público más amplio, incluida la gente común, y contribuyó a la difusión de las ideas y valores del Renacimiento.
En general, el Renacimiento tuvo un profundo impacto en William Shakespeare, moldeando su visión artística, sus temas, sus personajes y el enfoque general de la dramaturgia que lo convirtió en uno de los más grandes dramaturgos de la historia.