En la escena 1 del Acto V, Lady Macbeth camina sonámbula y trata de lavarse las manos, diciendo "¡Fuera, maldito lugar! ¡Fuera, digo!". Intenta limpiarse física y mentalmente de la culpa del asesinato, pero no puede hacerlo.
Las imágenes del agua sugieren el poder de la culpa para perseguir y atormentar al autor de un crimen. Lady Macbeth está consumida por su culpa y siente que nunca podrá escapar de las consecuencias de sus acciones, a pesar de que ha intentado borrar la evidencia física.