Algunos historiadores creen que Cleopatra y Antonio se amaban genuinamente y que su relación no era simplemente una alianza política. Señalan el hecho de que Cleopatra estaba dispuesta a arriesgar su propio reino para apoyar a Antonio, y que se sabía que Antonio quedó profundamente afectado por la muerte de Cleopatra. También argumentan que los dos compartían una profunda conexión intelectual y disfrutaban pasar tiempo juntos.
Otros creen que cualquier amor entre Cleopatra y Antonio era secundario a sus ambiciones políticas. Señalan el hecho de que ambos líderes eran conocidos por ser calculadores y manipuladores, y que ambos tenían un historial de utilizar sus relaciones personales para obtener beneficios políticos. También argumentan que los dos líderes tenían personalidades y valores muy diferentes, y que es poco probable que hubieran sido verdaderamente compatibles.
En última instancia, es imposible decir con certeza si Cleopatra y Antonio se amaban. La verdadera naturaleza de su relación es una cuestión de interpretación, y hay evidencia que respalda tanto la opinión de que se amaban como la de que su relación era principalmente política.