1. Experiencia: Los dramaturgos con más experiencia y un historial de producción de obras exitosas pueden cobrar honorarios más altos que los que recién comienzan.
2. Tipo de juego: La duración, la complejidad y el género de la obra pueden afectar los honorarios del dramaturgo. Por ejemplo, un dramaturgo puede cobrar más por un drama de cinco actos que por una comedia de un acto.
3. Presupuesto de producción: El presupuesto de la producción también puede afectar los honorarios del dramaturgo. Los dramaturgos pueden estar dispuestos a trabajar por una compensación menor si un proyecto tiene un presupuesto limitado o si existe la posibilidad de recibir regalías futuras por la producción.
4. Tipo de cliente: La tarifa también puede variar según el tipo de cliente. Por ejemplo, un dramaturgo puede cobrar una tarifa más alta por un trabajo encargado por una compañía de teatro comercial que por un teatro comunitario o una producción estudiantil.
En general, los dramaturgos pueden cobrar desde unos pocos cientos hasta varios miles de dólares o más por sus servicios. Algunos dramaturgos también pueden cobrar tarifas adicionales por servicios como reescrituras y apoyo dramatúrgico.
Es importante que los dramaturgos establezcan sus tarifas en función de su experiencia y las tarifas vigentes en el mercado para garantizar que reciban una compensación justa por su trabajo. También puede resultar útil crear un contrato que describa los términos del compromiso, incluidos los honorarios, las fechas de entrega y cualquier otro detalle relevante.