Por ejemplo, cuando Macbeth duda en matar al rey Duncan, Lady Macbeth le dice que está "demasiado lleno de la leche de la bondad humana" y que necesita "ser más cruel". También le dice que "no carece de ambición, pero sí de la enfermedad que debe atender". Al decir esto, sugiere que Macbeth no es lo suficientemente ambicioso y que necesita ser más despiadado si quiere lograr sus objetivos.
Las palabras de Lady Macbeth son efectivas porque juegan con las dudas y temores del propio Macbeth. Él sabe que ella tiene razón y teme ser visto como débil o cobarde. Él también quiere ser rey y está dispuesto a hacer lo que sea necesario para lograr ese objetivo.
Al final, los comentarios de Lady Macbeth logran convencer a Macbeth de asesinar al rey Duncan. Sin embargo, también tienen un efecto negativo sobre el estado mental de Macbeth. Se vuelve paranoico y se siente culpable, y finalmente se vuelve loco.