Kesha ha sido abierta sobre sus luchas con la salud mental y la imagen corporal. En 2014, ingresó a un centro de tratamiento por un trastorno alimentario. Desde entonces, ha expresado sus experiencias y ha utilizado su plataforma para crear conciencia sobre los trastornos alimentarios y la salud mental. También se ha pronunciado sobre la positividad corporal y la autoaceptación.
Kesha es una defensora de los derechos LGBTQ+. Ha expresado abiertamente su apoyo al matrimonio igualitario y ha utilizado su plataforma para crear conciencia sobre cuestiones LGBTQ+. También ha actuado en eventos LGBTQ+ y se ha pronunciado contra la discriminación contra las personas LGBTQ+.
Kesha también tiene antecedentes de abuso de drogas y alcohol. En 2014 fue arrestada por posesión de marihuana. También ha hablado sobre sus luchas pasadas contra la adicción. En 2017, ingresó a rehabilitación por abuso de drogas y alcohol.
Las letras de Kesha también han sido objeto de controversia. Algunas personas encuentran sus letras ofensivas e inapropiadas. Otros argumentan que sus letras son simplemente un reflejo de sus propias experiencias y que ella no es responsable de cómo las interpretan los demás.
El comportamiento de Kesha también ha sido objeto de controversia. En 2014, el productor musical Dr. Luke la acusó de agresión sexual. La demanda de Kesha contra el Dr. Luke no tuvo éxito y ella se vio obligada a seguir trabajando con él. Esto ha generado muchas críticas hacia Kesha y ha provocado que algunas personas cuestionen su carácter e integridad.
En última instancia, si alguien considera o no a Kesha como un buen modelo a seguir es una decisión personal. Hay aspectos tanto positivos como negativos de su vida y carrera, y cada individuo debe decidir por sí mismo si es alguien a quien admira o admira.