1. Un pollo vivo en el escenario :Durante una representación de "El jardín de los cerezos" de Anton Chejov en 1904, un pollo vivo apareció accidentalmente en el escenario. Los actores tuvieron que improvisar e incorporar el pollo a la obra, lo que resultó en momentos cómicos no deseados.
2. Incendio :Durante una representación de "Enrique VIII" de Shakespeare en 1613, un cañón utilizado como utilería se disparó accidentalmente y prendió fuego al techo de paja del teatro. El público y los actores tuvieron que evacuar rápidamente para evitar lesiones.
3. Un miembro de la audiencia se desmayó :En 1882, durante una representación de "Hamlet" en el Lyceum Theatre de Londres, un miembro del público se desmayó debido al intenso impacto emocional de la obra. Los actores tuvieron que pausar la actuación hasta que la persona recibiera atención médica.
4. Percance del actor :En una producción de "Macbeth" en 1942, un actor que interpretaba a Macbeth dejó caer accidentalmente la espada de utilería durante una escena de pelea. Rápidamente lo tomó y continuó la obra, pero el público estalló en carcajadas, rompiendo la tensión dramática del momento.
5. Proposición no cooperativa :En una representación de "Peter Pan" de la década de 1920, el actor que interpretaba al Capitán Garfio se quedó atrapado volando sobre el escenario. Los tramoyistas no pudieron bajarlo, por lo que tuvo que improvisar su diálogo estando suspendido en el aire.
6. Corte de energía :Durante una producción de "Equus" en el Teatro Nacional de Londres en 1978, se produjo un corte de energía en medio de la actuación. Los actores continuaron la obra en la oscuridad, utilizando sólo sus voces para transmitir emociones.
7. Miedo escénico :En una producción de 1939 de "Waiting for Lefty" en Nueva York, un joven actor olvidó sus líneas debido al miedo escénico. El dramaturgo Clifford Odets, que se encontraba entre el público, corrió al escenario y susurró las líneas al actor, permitiendo que la representación continuara.
8. Participación espontánea del público :En una representación de "La ópera de tres peniques" en 1928, el actor que interpretaba a Macheath (Harold Nicholas) saltó del escenario y bailó con un miembro desprevenido del público. El momento espontáneo se convirtió en un número de baile improvisado, sorprendiendo tanto al público como al elenco.
Estos son sólo algunos ejemplos de los muchos sucesos extraños e inesperados que han ocurrido durante las representaciones teatrales a lo largo de la historia, añadiendo una capa extra de intriga e imprevisibilidad al mundo del teatro.