- En la antigua Grecia, las obras de teatro se presentaban como parte de festivales religiosos y la entrada normalmente era gratuita. Sin embargo, los patrocinadores adinerados pueden hacer donaciones para cubrir los costos de producción.
- En la Inglaterra isabelina (1558-1603), dramaturgos como William Shakespeare obtenían ingresos de la venta de sus obras a compañías de interpretación. El precio de una obra de teatro puede variar desde unas pocas libras hasta 20 libras esterlinas.
- En los siglos XVII y XVIII, los dramaturgos de Inglaterra y Francia a menudo recibían regalías en función del número de representaciones de sus obras. Las regalías pueden variar según el teatro y la reputación del dramaturgo.
- En los siglos XIX y XX, los dramaturgos de Estados Unidos y Europa normalmente vendían sus obras a editores, quienes luego las concedían licencias a los teatros para sus producciones. El precio de una obra puede variar mucho según la reputación del dramaturgo, la duración de la obra y otros factores.
Hoy en día, el precio de una obra puede variar significativamente según el lugar, la reputación del dramaturgo y otros factores. Algunos dramaturgos contemporáneos obtienen ingresos a través de regalías, subvenciones y comisiones, mientras que otros también pueden generar ingresos mediante adaptaciones cinematográficas y televisivas de sus obras.