Durante este período, era común que los dramaturgos escribieran varias obras cada año para satisfacer la demanda de material nuevo de las compañías de teatro. Las primeras obras de Shakespeare, incluidas "El trabajo de amor perdido" y "La fierecilla domada", muestran sus habilidades en desarrollo como dramaturgo y su capacidad para crear personajes y tramas memorables.
También es posible que Shakespeare estuviera motivado a escribir obras por su deseo de alcanzar fama y éxito. A finales de la década de 1590, se había consolidado como un dramaturgo popular y sus obras eran representadas por Lord Chamberlain's Men en el Globe Theatre, uno de los teatros más prestigiosos de Londres.