El papel de Verges en la obra es principalmente cómico. Proporciona algunos de los momentos más divertidos de la obra, como cuando arresta a Dogberry por ser un "ladrón" y cuando intenta explicar la ley a los demás personajes. Sin embargo, Vergés también juega un papel importante en la trama, pues es quien descubre la carta que Claudio envía a Don Pedro, lo que pone en marcha el principal conflicto de la obra.
El carácter de Vergés es un reflejo de la visión de la aplicación de la ley que tenía la era isabelina. Durante esta época, los agentes eran a menudo vistos como incompetentes y corruptos. Vergés es una caricatura de este tipo de alguacil, y su bufonada sirve para resaltar los defectos del sistema legal isabelino.
A pesar de su carácter cómico, Vergés también es un personaje leal y trabajador. Está dedicado a su trabajo y siempre está dispuesto a ayudar a los demás. También es una persona amable y compasiva, y siempre está dispuesto a perdonar a los demás por sus errores. Vergés es un personaje complejo que, a pesar de sus defectos, es en última instancia un buen hombre.