Inocencia e Idealismo: Central Park se asocia a menudo con la infancia y la inocencia. Los recuerdos que Holden tiene del parque, como jugar con su hermana Phoebe, simbolizan la época inocente y despreocupada de su pasado. Contrasta esto con las duras realidades y la corrupción que encuentra en el mundo adulto.
Escapismo y santuario: Holden busca consuelo y escapar de sus problemas pasando tiempo en Central Park. El parque le proporciona un respiro temporal de las presiones y complejidades de la vida. Encuentra consuelo en la belleza natural del parque y su separación del entorno urbano.
Transición y cambio: Central Park también representa la transición y el cambio que está atravesando Holden. La novela comienza cuando Holden deja la escuela y termina cuando planea huir. El parque simboliza un espacio liminal entre su pasado y su futuro, donde reflexiona sobre sus experiencias y considera las incertidumbres de su vida.
Esperanza y renovación: A pesar de los desafíos y la desilusión que enfrenta Holden, Central Park también representa esperanza y renovación. Encuentra momentos de conexión genuina con los demás, como su conversación con Phoebe y el encuentro con los patos en el estanque. Estas interacciones ofrecen destellos de esperanza y sugieren la posibilidad de crecimiento y cambio.
El guardián entre el centeno: El propio título de la novela señala a Central Park como un lugar importante. La preocupación de Holden por salvar a los niños de caer por un acantilado resuena con el papel del parque como símbolo de la inocencia y la preservación de la infancia.
En general, Central Park en El guardián entre el centeno sirve como un símbolo multifacético de inocencia, escapismo, transición, esperanza y la tensión entre la niñez y la edad adulta.