¿A quién se dirige el hablante en un monólogo dramático?
En un monólogo dramático, el hablante se dirige a un oyente silencioso o que no responde, a menudo un objeto inanimado o una persona ausente, para revelar sus pensamientos y emociones internos. Esta forma de poesía permite una exploración profundamente personal e introspectiva del carácter, las motivaciones y las experiencias del hablante. Al dirigir su monólogo hacia un destinatario específico, el hablante crea una sensación de intimidad e inmediatez, atrayendo a la audiencia a su mundo y transmitiendo sus sentimientos y conflictos más íntimos.