Cuando Antígona le confía a Ismene su plan de enterrar a Polinices a pesar de la prohibición de Creonte, Ismene intenta disuadirla de este peligroso curso de acción por temor al castigo. Aquí hay algunas razones por las que Ismene no se une ni facilita directamente los esfuerzos de Antígona:
Prudencia :Ismene exhibe una naturaleza cautelosa y pragmática en comparación con el espíritu audaz e intrépido de Antígona. Ismene cree que es más seguro obedecer las leyes y normas establecidas por los gobernantes de Tebas para evitar conflictos y castigos.
Miedo al castigo :Creonte ha decretado severas penas para cualquiera que intente enterrar a Polinices. Ismene teme estas consecuencias, incluida la muerte y la desgracia tanto para ella como para Antígona. Su miedo se hace evidente cuando advierte a Antígona sobre los posibles impactos negativos en su familia si desafían la autoridad de Creonte.
Papel femenino tradicional :En la sociedad griega antigua, generalmente se esperaba que las mujeres fueran dóciles y sumisas, manteniendo los roles de género convencionales. Ismene refleja estas expectativas sociales al priorizar el cumplimiento de la autoridad y las normas sociales por encima de la conciencia individual y la solidaridad con Antígona.
En general, aunque Ismene está preocupada por el bienestar de Antígona y la seguridad de su familia, carece de la fuerza, el coraje y la determinación para unirse a Antígona en su resistencia contra el injusto edicto de Creonte. El contraste entre las elecciones de las hermanas acentúa aún más los temas centrales del coraje moral, la conciencia individual y la lealtad familiar que prevalecen en la obra.