John Proctor es un personaje complejo y trágico de la obra de Arthur Miller The Crucible. Es un buen hombre que está atrapado en la histeria de los juicios de brujas de Salem. Intenta hacer lo correcto, pero finalmente es derrotado por las fuerzas del mal.
Proctor encaja en el arquetipo del héroe trágico de varias maneras. Es un personaje noble que se siente abatido por su propio defecto trágico. Su defecto es su orgullo. Es demasiado orgulloso para admitir que ha cometido un error y esto le lleva a la ruina.
Proctor también es víctima de las circunstancias. Está atrapado en una época y un lugar donde la gente se apresura a acusar a otros de brujería. También es víctima de Abigail Williams, que es una mujer manipuladora y malvada.
A pesar de sus defectos, Proctor es un personaje comprensivo. Es un buen hombre que intenta hacer lo correcto. También es víctima de los juicios por brujería de Salem, que fueron una época oscura en la historia de Estados Unidos.
La historia de Proctor es una advertencia sobre los peligros del orgullo y el poder del mal. Es un recordatorio de que incluso las personas buenas pueden verse atrapadas en acontecimientos oscuros y que es importante defender lo que es correcto, incluso cuando sea difícil.