En la obra "Macbeth" de William Shakespeare, Macbeth es un personaje impulsado por la ambición y la sed de poder. Después de encontrarse con tres brujas que le profetizan que se convertirá en rey, Macbeth se embarca en un viaje despiadado para cumplir sus predicciones.
La línea "dos verdades" probablemente se refiere a las profecías hechas por las brujas. Primero, proclaman que Macbeth será el barón de Cawdor, lo que rápidamente se hace realidad. Luego, predicen que eventualmente se convertirá en rey de Escocia.
La respuesta de Macbeth, "Se cuentan dos verdades / Como felices prólogos del acto creciente / Del tema imperial", sugiere que ve estas profecías como un presagio positivo, un preludio de sus grandes ambiciones. Considera el cumplimiento de estas profecías como los actos iniciales que conducen a su objetivo final de convertirse en rey.
Al afirmar que estas profecías sirven como prólogo, Macbeth da a entender que los acontecimientos que seguirán serán igualmente trascendentales y significativos, y conducirán a la gran culminación de sus ambiciones imperiales.
Este aparte demuestra la confianza inicial de Macbeth en las palabras de las brujas y su creciente confianza en su propia capacidad para alcanzar la grandeza. Sin embargo, a medida que se desarrolla la obra, las acciones de Macbeth impulsadas por su deseo de poder conducen a una trágica caída, lo que hace que esta interpretación de "dos verdades" sea irónica.