A lo largo del poema, el hablante está consumido por su dolor y los recuerdos de su amor perdido, Lenore. La constante respuesta del cuervo de "Nevermore" actúa como un cruel recordatorio de la finalidad de la muerte, enfatizando que no hay esperanza de reconciliación o reencuentro con Lenore. Esta repetición se convierte en un estribillo inquietante que hace eco del estado mental del hablante, subrayando su tormento y la inutilidad de su búsqueda de consuelo.
Además, el hecho de que el cuervo pronuncie "Nunca más" adquiere una dimensión simbólica. Encapsula la crisis existencial del hablante y representa la oscuridad, la desesperación y la incertidumbre que enfrenta. La constante repetición de la palabra por parte del cuervo implica que el sufrimiento del hablante persistirá y no habrá escapatoria a su angustia psicológica.
El uso que hace Poe de este evento central está diseñado magistralmente para crear un profundo impacto en el lector. La repetición de "Nevermore" genera un ritmo inquietante que resuena a lo largo del poema, reflejando el estado mental del hablante. Se convierte en un símbolo inolvidable de la naturaleza implacable del dolor y de la incapacidad humana para superar el espectro de la muerte y la pérdida.
Por lo tanto, el evento de la constante expresión del cuervo de "Nunca más" en el poema se destaca como un momento crucial que impulsa la narrativa, amplifica las emociones y encarna los temas centrales de "El cuervo".