1. Valor y Honor: Héctor demuestra constantemente coraje y honor a lo largo de la epopeya. A pesar de conocer la fuerza de Aquiles y la probabilidad de su propia derrota, se enfrenta valientemente a Aquiles en combate singular para proteger su ciudad y su familia. Su adhesión al código guerrero y su voluntad de afrontar riesgos personales por el bien de su pueblo muestran sus nobles cualidades.
2. Amor por su familia y su gente: Héctor ama profundamente a su esposa Andrómaca, a su hijo Astyanax y a su familia. Sus tiernos momentos con Andrómaca, donde muestra preocupación por su futuro, reflejan su profundidad emocional y compasión. El amor de Héctor se extiende a su pueblo, los troyanos, y está dedicado a su bienestar.
3. Conflicto y lamento: Los momentos de lucha interna y lamento de Héctor también añaden complejidad a su personaje. Cuando se da cuenta de que Andrómaca y Astianax podrían ser esclavizados o asesinados, experimenta una profunda tristeza y temor por su destino. Esto humaniza a Héctor y resalta el precio que la guerra le cobra emocionalmente.
4. Reconocimiento del destino y la mortalidad: Héctor muestra comprensión del destino y la mortalidad. Reconoce que Aquiles está destinado a derrotarlo y expresa resignación ante su propio destino. Sin embargo, elige afrontar su destino en sus propios términos, afirmando su albedrío incluso ante la muerte.
Si bien Héctor se presenta de manera muy positiva, vale la pena señalar que sigue siendo un personaje complejo y defectuoso. Es un guerrero feroz que se involucra en la violencia y no siempre actúa con perfecta virtud. Sin embargo, sus virtudes y su adhesión a ciertos ideales nobles contribuyen a su percepción como una figura noble en la epopeya.