La Ópera de Sydney se construye principalmente con los siguientes materiales:
1. Azulejos de cerámica: El techo de la Ópera de Sydney está cubierto con más de 1 millón de tejas de cerámica esmaltadas individualmente. Estos azulejos están hechos a medida y vienen en varios tonos de blanco y blanquecino. Están diseñados para reflejar la luz solar y el calor, reduciendo el consumo energético del edificio. La intrincada ubicación y diseño de los mosaicos emulan la forma de las velas y contribuyen a la apariencia icónica del edificio.
2. Concreto: La estructura principal en forma de concha de la Ópera de Sydney está hecha de segmentos prefabricados de hormigón. Se eligió el hormigón por su durabilidad, resistencia y capacidad de moldearse en formas complejas. Los componentes de hormigón se construyeron fuera del sitio y luego se ensamblaron en el lugar del edificio.
3. Vidrio: Grandes paneles de vidrio se utilizan ampliamente en toda la Ópera de Sydney, particularmente en las paredes y ventanas de la Sala de Conciertos y otras áreas públicas. El uso de vidrio permite la entrada de luz natural al edificio, creando un interior amplio y luminoso.
4. Granito: Los escalones exteriores, senderos y plazas que rodean la Ópera de Sydney están hechos de granito australiano. El granito es un material duro y duradero que puede soportar las duras condiciones climáticas de Sydney.
5. Madera: Se utilizaron maderas duras australianas, como el blackbutt y el sebo, para varios elementos interiores, incluidos los pisos del escenario de la Sala de Conciertos y el Teatro de la Ópera. La madera añade calidez y textura al interior del edificio.
Los materiales utilizados en la Ópera de Sydney fueron seleccionados por su durabilidad, practicidad y cualidades estéticas. La combinación de estos materiales ha dado como resultado un hito visualmente impresionante y arquitectónicamente significativo que representa la cultura y la excelencia del diseño australiano.