Como hombre negro en una sociedad dominada por blancos, Otelo es constantemente consciente del racismo y los prejuicios que enfrenta. Esto lo hace sentir inseguro y vulnerable, y lo hace más susceptible a los celos. Cuando Iago planta semillas de duda en la mente de Otelo sobre la fidelidad de Desdémona, Otelo rápidamente le cree. Está tan consumido por los celos que está dispuesto a matar a la mujer que ama y luego suicidarse.
En cambio, sería mucho más difícil para un Otelo blanco sentir el mismo nivel de celos e inseguridad. Como hombre blanco, sería más probable que se sintiera confiado y seguro en su posición en la sociedad. También sería menos probable que se sintiera amenazado por otros hombres. Como resultado, sería menos probable que creyera las mentiras de Yago sobre Desdémona.
Por supuesto, hay muchos otros factores que contribuirían a que la novela de Otelo fuera diferente si fuera blanco. Sin embargo, el papel de la raza es innegable. Este tema es uno de los aspectos más importantes de la novela y cambiaría fundamentalmente si Otelo no fuera un hombre negro.
A pesar de las diferencias, si el protagonista fuera blanco, la historia seguiría siendo importante y poderosa. Exploraría los mismos temas de amor, celos y traición, pero lo haría de forma diferente. Si el protagonista fuera blanco, la mayoría de la gente podría relacionarse más con él.