En una lejana costa occidental,
Debajo de una estrella de luz brillante,
Un reino de belleza, cada vez más,
Donde los sueños toman vuelo.
En valles profundos y montañas altas,
Donde la naturaleza teje su gracia ilimitada,
Un tapiz de colores yacen,
El abrazo de una sinfonía.
El cálido resplandor del sol, un tono dorado,
Acaricia los acantilados con tierno beso,
Las olas, un ballet, siempre verdadero,
Chocando con ferviente dicha.
Con cada paso, una historia contada,
De cuentos antiguos y leyendas grandiosas,
De los susurros llevados por los viejos,
Un espíritu místico se expande.
La estrella occidental, una luz guía,
Faro para que las almas encuentren su camino,
A través de la noche más oscura, los cielos brillan,
Ilumina esta exhibición sagrada.
Aquí, los corazones se llenan de asombro sin fin,
Mientras el asombro se encuentra con la búsqueda del buscador,
En esta tierra encantada, dibujan,
Un refugio tranquilo, bendecido con descanso.
Entonces, viajad con espíritu entusiasta,
Abraza la estrella que brilla tan cerca,
Porque en su brillo radiante, radiante,
Un paraíso te espera, cristalino.