1.Cronología lineal:
Baum presenta la historia en un orden cronológico sencillo, lo que permite a los lectores seguir el viaje de Dorothy y sus compañeros a través de la tierra de Oz. Los acontecimientos se desarrollan en una secuencia lógica, donde cada capítulo se basa en el anterior.
2.Retrospectiva:
Baum emplea eficazmente flashbacks para proporcionar información de fondo y mejorar el desarrollo del personaje. Por ejemplo, en el capítulo titulado "La historia del leñador", Baum utiliza un flashback para contar el pasado del Hombre de Hojalata y explicar por qué desea un corazón. Esta técnica añade profundidad al personaje y le da al lector una mejor comprensión de sus motivaciones y deseos.
3.Presagio:
Baum utiliza presagios para crear una sensación de anticipación y suspenso. Al principio de la historia, Dorothy se encuentra con la Bruja Buena del Norte, quien le advierte sobre la Bruja Malvada del Oeste y los peligros que le esperan. Este dispositivo de presagio prepara a los lectores para los desafíos que Dorothy enfrentará más adelante en su viaje.
4.Marcadores de tiempo:
Baum ocasionalmente proporciona marcadores de tiempo específicos para indicar la progresión de los días o las noches en la tierra de Oz. Por ejemplo, cuando el espantapájaros se une a Dorothy, el libro menciona que "viajan durante horas". Estos marcadores de tiempo ayudan a los lectores a visualizar el paso del tiempo y comprender el ritmo al que se desarrolla la aventura.
5.Cambio estacional:
Baum incorpora el cambio de estaciones para indicar puntos importantes de la historia. Al comienzo del libro, el escenario es la primavera en Kansas, lo que establece una sensación de normalidad. Cuando Dorothy se embarca en su viaje a Oz, el escenario cambia al verano, simbolizando las experiencias mágicas que encuentra.
6.Secuencia de sueños:
Baum inserta una secuencia de sueños para desdibujar la línea entre la realidad y la fantasía. Dorothy sueña con su aventura, lo que presagia los acontecimientos que afrontará en Oz. Estas secuencias de sueños añaden un aire de misterio y asombro a la historia.
Al emplear hábilmente técnicas como flashbacks, presagios, marcadores de tiempo y cambios estacionales, Baum crea una narrativa bien estructurada que ayuda al lector a navegar a través del mundo mágico de Oz mientras proporciona una sensación de progresión y suspenso a lo largo de la novela.