Mozart recibió su primera formación musical de su padre. A los seis años comenzó a componer piezas breves, incluidas óperas. Su primera ópera, "Die Schuldigkeit des ersten Gebots", la compuso cuando tenía sólo 12 años. Estos primeros trabajos mostraron las notables habilidades musicales de Mozart y le dieron la oportunidad de adquirir experiencia en la composición operística.
A medida que Mozart crecía, se sintió cada vez más atraído por el mundo de la ópera. Le fascinaba la combinación de música, teatro y espectáculo que ofrecía la ópera. Mozart creía que la ópera era el medio perfecto para expresar su genio musical y su creatividad.
A lo largo de su carrera, Mozart compuso un total de 22 óperas, cada una de las cuales muestra su estilo musical único y su dominio de la forma operística. Sus óperas cubren una amplia gama de géneros, desde comedias alegres hasta dramas serios. Algunas de las óperas más famosas de Mozart incluyen "Las bodas de Fígaro", "Don Giovanni", "Così fan tutte" y "La flauta mágica".
Las óperas de Mozart destacan por su belleza, artesanía y poder emocional. Se caracterizan por melodías memorables, armonías intrincadas y orquestación expresiva. Las óperas de Mozart han resistido la prueba del tiempo y el público de todo el mundo las sigue representando y disfrutando.
Además de su pasión por la ópera, Mozart también escribió otros tipos de música, incluidas sinfonías, conciertos, sonatas y música de cámara. Sin embargo, son sus óperas las que han tenido un impacto más profundo en el mundo de la música clásica. Las óperas de Mozart han influido en los compositores desde entonces y lo han convertido en una de las figuras más veneradas de la historia de la música.