- Espectáculo: La ópera ofrecía una experiencia teatral opulenta que atendía a las clases alta y media alta, que eran los principales patrocinadores de esta forma de arte. El vestuario, los decorados, los efectos especiales y la naturaleza grandiosa de la ópera la convirtieron en una visita obligada para las personas más elegantes de la sociedad.
- Poder narrativo: La ópera se destacó por contar historias intrincadas y poderosas que podían entretener y conmover a una gran audiencia. Al combinar música, teatro, escenografía y vestuario, la ópera tenía la capacidad de crear experiencias que dejaban al público asombrado.
- Talento vocal: Los cantantes que actuaban en óperas eran a menudo intérpretes virtuosos que habían recibido una formación rigurosa. Su capacidad para alcanzar notas altas desafiantes, ejecutar líneas vocales intrincadas y actuar con naturalidad en el escenario fueron esenciales para el éxito de una ópera.
- Resonancia emocional: La música de ópera fue diseñada para evocar emociones fuertes, como alegría, tristeza, amor y desesperación, mediante el uso de música dramática y canto expresivo. Esta resonancia emocional fue una de las razones clave por las que la ópera atrajo a un público tan amplio.
Además de estos factores, la popularidad de la ópera también se vio impulsada por el surgimiento de compañías de ópera profesionales, la creciente accesibilidad a las representaciones de ópera y el creciente interés por la música clásica en el siglo XIX.