En las adaptaciones de la novela, el rostro del Fantasma a menudo se representa desfigurado por algún tipo de accidente, como un incendio. Esto no se basa en nada de la novela de Leroux, pero proporciona una explicación visual de la deformidad del Fantasma.
El feo rostro del Fantasma es un símbolo de su fealdad interior. Es un alma torturada y atormentada, que ha sido rechazada por la sociedad. Su deformidad refleja su dolor y sufrimiento.
El rostro del Fantasma también es un recordatorio de los peligros de la vanidad. El Fantasma alguna vez fue un hombre guapo, pero se volvió vanidoso y arrogante. Esto provocó su caída y finalmente quedó desfigurado.