* Puertas trampa: Las trampillas podrían usarse para que los artistas aparecieran en el escenario desde abajo, como cuando un fantasma o demonio surgía del inframundo o un personaje escapaba a través de un pasaje secreto.
* Etapa superior: El escenario superior era una plataforma situada encima del escenario principal que podía utilizarse para escenas ambientadas en diferentes lugares, como un balcón, una torre o un bosque.
* Cortinas: Se podrían usar cortinas para dividir el escenario en diferentes áreas o para crear un telón de fondo para una escena.
* Iluminación: La iluminación la proporcionaban velas o lámparas de aceite, que podían utilizarse para crear diferentes estados de ánimo o efectos.
* Maquinaria: Se utilizaba maquinaria para crear efectos especiales, como personajes voladores, paisajes en movimiento o truenos y relámpagos.
* Efectos de sonido: Los efectos de sonido fueron creados por músicos, que podían tocar una variedad de instrumentos para crear diferentes sonidos, como el canto de los pájaros, el viento o el trueno.
Estas capacidades técnicas permitieron a los dramaturgos isabelinos crear producciones elaboradas y visualmente impresionantes que entretendrían y atraerían a sus audiencias.