La disposición de los asientos en los teatros isabelinos no estaba estrictamente definida y podía variar según el teatro y la representación. Sin embargo, hubo algunos patrones generales que normalmente se siguieron.
* El pozo: El foso era el área abierta frente al escenario. Aquí era donde se encontraba la mayoría de la audiencia y, a menudo, era un área muy concurrida y estridente. Los trabajadores a veces arrojaban comida u otros objetos a los actores si no estaban satisfechos con la actuación, y también era común que los carteristas operaran en el foso.
* Las galerías: Las galerías eran las zonas elevadas para sentarse que rodeaban el foso. Estos se dividieron en diferentes niveles, siendo los niveles más altos los más caros. Las galerías normalmente estaban ocupadas por las clases altas y proporcionaban una experiencia visual más cómoda y segura que el foso.
* Las cajas: Los palcos eran salas privadas que estaban ubicadas en la parte trasera del teatro. Por lo general, los alquilaban personas o grupos adinerados y ofrecían las mejores vistas del escenario.
Disposición especial de asientos
Además de la disposición general de los asientos, también había algunas disposiciones especiales que a veces se utilizaban en los teatros isabelinos.
* La habitación del señor: La habitación del señor era un área especial que estaba reservada para el uso del monarca y otros funcionarios de alto rango. Estaba situado en la parte trasera del teatro y, a menudo, estaba ricamente decorado.
* La galería de mujeres: La galería de mujeres era un área especial que estaba reservada para el uso de las mujeres. Este estaba situado en la parte trasera del teatro y, a menudo, estaba separado del resto del público por un tabique.
Disposición de asientos para diferentes tipos de actuaciones
La disposición de los asientos en los teatros isabelinos también podía variar según el tipo de actuación que se presentara.
* Para obras de teatro: La disposición de los asientos para las obras de teatro era típicamente la descrita anteriormente.
* Para concursos: Los desfiles eran espectáculos elaborados que a menudo se presentaban en ocasiones especiales, como la coronación de un nuevo monarca. Por lo general, involucraban una procesión de actores y artistas, y la disposición de los asientos variaba para acomodar la gran cantidad de personas que asistían.
* Para hostigar a osos y alcistas: El acoso a osos y toros eran deportes populares en la Inglaterra isabelina y, a menudo, se llevaban a cabo en los teatros. La disposición de los asientos para estos eventos era típicamente similar a la de las obras de teatro, pero el foso a menudo se hacía más grande para acomodar a los animales.
Conclusión
La disposición de los asientos en los teatros isabelinos no estaba estrictamente definida, pero había algunos patrones generales que normalmente se seguían. Estos arreglos pueden variar según el teatro, la representación y el estatus social de los espectadores.