La pantalla de una sala de cine IMAX 3D suele ser mucho más grande que la de una pantalla de cine tradicional y la relación de aspecto es más amplia, lo que permite imágenes más inmersivas. La pantalla también está recubierta con un material especial que refleja la luz polarizada, lo que permite que las gafas polarizadas funcionen de forma eficaz.
Los espectadores que usan gafas polarizadas ven las dos imágenes ligeramente diferentes proyectadas en la pantalla como una imagen unificada, con la ilusión de profundidad. Las gafas bloquean la luz de uno de los proyectores, por lo que cada ojo sólo ve la imagen que le corresponde. Esto crea el efecto estereoscópico y permite a los espectadores experimentar una experiencia visual más realista e inmersiva.
IMAX 3D utiliza una combinación de tecnología avanzada, pantallas grandes y gafas polarizadas para crear una experiencia visual única que transporta a los espectadores al mundo del cine, haciéndolos sentir como si realmente fueran parte de la acción.