Descripción :
La Arkenstone es una piedra blanca de extraordinaria belleza que posee una cualidad brillante única. Irradia una luz sutil, similar al suave resplandor de una estrella, y se considera una de las gemas más preciosas de la Tierra Media.
Origen y Creación :
La Piedra del Arca fue encontrada por Thráin I, rey de la Montaña Solitaria (Erebor), en las profundidades de la montaña durante la primera edad de la Tierra Media. Se creía que había sido creado por la artesanía de los herreros enanos y bendecido por los Valar, los poderosos seres divinos del mundo.
Tesoro enano :
La Piedra del Arca tenía un inmenso significado para los Enanos de Erebor. Lo consideraban una reliquia sagrada, que simbolizaba su realeza y prosperidad, y se convirtió en el tesoro más preciado de la Montaña Solitaria.
Los enanos y Bilbo Bolsón :
En los acontecimientos de "El Hobbit", la Piedra del Arca jugó un papel crucial cuando Bilbo Bolsón, un hobbit, acompañó a Thorin Escudo de Roble y la Compañía de Enanos en su búsqueda para recuperar Erebor del dragón Smaug.
La obsesión de Thorin :
Thorin Oakenshield se vuelve excesivamente posesivo y se obsesiona con Arkenstone, lo que genera relaciones tensas dentro de la empresa y conflictos con el Rey Elfo y los Hombres de Lake-town, quienes también reclaman una parte del tesoro de la Montaña Solitaria.
Conflicto y resolución :
Al final, Bilbo logra obtener la Piedra del Arken y la utiliza como moneda de cambio para resolver la disputa entre los enanos y las demás partes involucradas. Se vuelve fundamental para encontrar una solución pacífica y restablecer la armonía entre las facciones.
Destino:
Después de los acontecimientos de "El Hobbit", la Piedra del Arken se devuelve a Dale y luego se la entrega a Bard, el nuevo rey de Dale, como parte del acuerdo del tesoro. Su destino final más allá de ese punto sigue sin estar claro en los escritos de Tolkien.
Arkenstone representa el poder y el atractivo de la riqueza, las complejidades de la codicia y la obsesión, y la importancia de encontrar un equilibrio entre los deseos personales y el bien mayor de la comunidad.