Las letras de la firma de Van Gogh se caracterizan a menudo por sus curvas pronunciadas y sus líneas dinámicas. La "V" suele ser alargada, con un trazo amplio que se extiende hacia abajo, mientras que la "i" suele estar salpicada de un pequeño floritura o bucle. La "n" y la "c" en "Vincent" tienden a tener ascendentes y descendentes exagerados, creando una sensación de movimiento y energía. La "G" en "Gogh" suele ser alargada y tener una curva audaz, lo que le da una presencia prominente.
En general, la firma de Van Gogh es única y reconocible, y refleja el enfoque individualista y emocional del artista hacia el arte. Sirve como símbolo de su identidad artística y del legado perdurable de su obra.