El desastre del Titanic fue una tragedia marítima que ocurrió la noche del 14 al 15 de abril de 1912, cuando el RMS Titanic, el barco de vapor de pasajeros más grande del mundo en ese momento, se hundió en el Océano Atlántico Norte después de chocar con un iceberg. Más de 1.500 personas murieron, lo que lo convierte en uno de los desastres marítimos comerciales en tiempos de paz más mortíferos de la historia.
La fotografía de un reloj de bolsillo que se detuvo en el momento exacto en que se hundió el Titanic sirve como un poderoso símbolo de la tragedia y la pérdida de vidas. Representa lo repentino e inesperado del desastre, y el hecho de que muchas vidas quedaron truncadas en un instante. El reloj sirve como recordatorio de la fragilidad de la vida y la aleatoriedad del destino, ya que podría haber pertenecido a cualquiera de los pasajeros o tripulantes que fallecieron esa noche.
La imagen del reloj detenido se ha convertido en uno de los símbolos más duraderos e icónicos del desastre del Titanic, y continúa evocando emociones de tristeza, pérdida y recuerdo de las innumerables víctimas que perdieron la vida esa noche.