Las pinturas al óleo de E. Rouly están marcadas por una mezcla de realismo e impresionismo, centrándose en capturar la esencia de una escena más que sus detalles precisos. Sus obras suelen presentar colores vibrantes y pinceladas sueltas y fluidas, creando una sensación de movimiento y atmósfera. La elección de temas del artista es diversa, desde paisajes serenos de colinas y ríos serpenteantes hasta vistas costeras que capturan la interacción entre la tierra y el mar.
Si bien se desconoce el período exacto en el que vivió y trabajó E. Rouly, se cree que sus años activos fueron principalmente a finales del siglo XIX o principios del XX, según el estilo de sus pinturas. Sus obras han sido exhibidas en galerías y exposiciones de arte, y son reconocidas por su capacidad para capturar la belleza de la naturaleza de una manera convincente y onírica.
A pesar de la limitada información disponible sobre su vida y sus antecedentes, las pinturas de E. Rouly han ganado el reconocimiento de entusiastas del arte y coleccionistas por su calidad evocadora, su hábil uso del color y la profundidad atmosférica que aportan a sus sujetos.