1. Limpie la espiga y la superficie del corcho del instrumento con un paño seco para eliminar la suciedad o los residuos.
2. Aplique una capa fina y uniforme de grasa para corcho a la superficie del corcho con los dedos o con un cepillo pequeño. Evite engrasar demasiado, ya que esto puede afectar la calidad del sonido del instrumento.
3. Inserte suavemente la espiga en la junta tapada con corcho y gire ligeramente el instrumento para distribuir la grasa uniformemente. Si la articulación parece apretada, puede girar el instrumento un poco hacia atrás hasta que vuelva a moverse libremente.
4. Toque el instrumento durante unos minutos para permitir que la grasa se distribuya más y ajuste el ajuste según sea necesario.
Recuerda, la cantidad de grasa necesaria puede variar según el instrumento y el estado del corcho, por lo que siempre es mejor empezar con una pequeña cantidad y añadir más si es necesario.