En Estados Unidos, los directores de primer nivel pueden cobrar millones de dólares por sus servicios en una sola película. Se dice que directores de primer nivel, como Steven Spielberg, James Cameron y Martin Scorsese, pueden ganar más de 10 millones de dólares por película, excluyendo la compensación adicional por ganancias y regalías.
Los directores de nivel medio, que tienen varias películas exitosas en su haber pero que pueden no tener el mismo grado de reconocimiento de su nombre que los de primera, pueden ganar entre 1 y 5 millones de dólares por proyecto.
Para los directores primerizos o aquellos con experiencia limitada, el salario puede ser significativamente más bajo, desde unos pocos cientos de miles de dólares hasta alrededor de un millón de dólares para películas independientes más pequeñas.
Además de sus salarios básicos, los directores de cine también pueden recibir bonificaciones e incentivos vinculados al éxito comercial de sus películas. Por ejemplo, algunos contratos incluyen un porcentaje de los ingresos de taquilla o de las ganancias finales, lo que otorga a los directores una participación en el éxito financiero de sus proyectos.
Es importante señalar que estas cifras representan el extremo superior del espectro y la mayoría de los directores de cine ganan significativamente menos. Además, los salarios están influenciados por la ubicación geográfica de la producción cinematográfica, y Hollywood suele ofrecer una compensación más alta que otras partes del mundo.