Simplificando el diseño: Los diseñadores de imitaciones pueden simplificar el diseño de la prenda original, como omitiendo detalles como bolsillos o adornos, o usando un patrón menos complejo.
Producir la prenda en masa: Los diseñadores de imitaciones a menudo pueden producir sus prendas más baratas al producirlas en masa en grandes cantidades, lo que les permite distribuir el costo de producción entre un mayor número de unidades.
Obtención de materiales de países más baratos: Los diseñadores de imitaciones pueden obtener sus materiales de países con costos laborales más bajos, como China o India, lo que les permite reducir el costo de producción.
Evitar tarifas de licencia: Los diseñadores imitadores no tienen que pagar tarifas de licencia al diseñador original, lo que puede ahorrarles una cantidad significativa de dinero.
Vender directamente a los consumidores: Los diseñadores de imitación pueden vender sus prendas directamente a los consumidores a través de minoristas en línea o tiendas temporales, lo que elimina la necesidad de intermediarios y les permite quedarse con una mayor parte de las ganancias.