Takashi Miike, director de la película japonesa, ha declarado que se inspiró en la leyenda y quería crear una película que capturara el miedo y la paranoia que experimenta la gente al recibir llamadas perdidas de números desconocidos. La película se estrenó en Japón en 2003 y fue un éxito comercial, recaudando más de 13 millones de dólares en la taquilla japonesa.
La nueva versión estadounidense de One Missed Call se estrenó en 2008 y también fue un éxito comercial, recaudando más de 46 millones de dólares en la taquilla mundial. Sin embargo, la versión americana no fue tan bien recibida por la crítica como el original japonés, y muchos criticaron su falta de originalidad y sustos.