Si bien algunos actores pueden tener experiencia previa en teatro, televisión o comerciales, un debut cinematográfico se considera la entrada oficial a la industria cinematográfica. A menudo genera entusiasmo y anticipación tanto por parte del actor como del público. La actuación del actor en su primera película puede causar una impresión duradera y marcar la pauta para su futura carrera como actor.
Un debut cinematográfico exitoso puede generar un mayor reconocimiento, elogios de la crítica y papeles más importantes en proyectos posteriores. También puede abrir puertas a colaboraciones con cineastas y productores de renombre y, en última instancia, dar forma a la trayectoria de la carrera de un actor en la industria cinematográfica.
Los debuts cinematográficos de algunos actores son tan notables que dejan una huella imborrable en la historia del cine. Por ejemplo, la actuación debut de Natalie Portman en "Léon:The Professional" (1994) cautivó al público y la lanzó al estrellato. De manera similar, el debut de Leonardo DiCaprio en "¿A quién ama Gilbert Grape?" (1993) le valió elogios de la crítica y preparó el escenario para su ascenso como una de las principales estrellas de Hollywood.
En general, un debut cinematográfico representa una ocasión trascendental en la carrera de un actor y es un paso fundamental en su viaje para establecerse como una figura destacada en la industria cinematográfica.