En las comunicaciones personales o informales, como correos electrónicos amistosos, conversaciones informales y publicaciones en redes sociales, el uso de cursiva es menos estricto y las personas pueden optar por títulos sin cursiva para simplificar y facilitar la lectura. Sin embargo, en entornos profesionales y escritos académicos, se considera una forma adecuada de poner en cursiva los nombres de las películas para reconocerlas e identificarlas adecuadamente como obras creativas distintas.