La introducción del sonido en las películas revolucionó la industria cinematográfica y abrió nuevas posibilidades para la narración y la participación de la audiencia. Antes de la llegada del sonido, las películas eran mudas y se basaban en elementos visuales y el lenguaje corporal para transmitir la narrativa. Con la adición de sonido sincronizado, los cineastas podrían incorporar diálogos, música y efectos de sonido, enriqueciendo la experiencia cinematográfica y creando una conexión más inmersiva y emocional con la audiencia.