El extraordinario logro de Lindbergh captó la atención del mundo y lo transformó en una figura célebre. Recibió numerosos elogios y honores, incluido un desfile de cintas en la ciudad de Nueva York y premios de gobiernos de todo el mundo. El vuelo de Lindbergh revolucionó la aviación y marcó un hito importante en la historia de los viajes aéreos. Su coraje, habilidad y espíritu pionero solidificaron su lugar como ícono estadounidense y le valieron el perdurable apodo de "Lucky Lindy".