Era la semana anterior a Navidad y el desfile navideño anual estaba en marcha en la Primera Iglesia de Merryville. Todos los niños estaban emocionados de ser parte de esta tradición navideña especial y los padres estaban ansiosos por ver actuar a sus pequeños.
Sin embargo, hubo un pequeño problema:¡había dos versiones diferentes del guión del concurso de Navidad! Una versión era la historia tradicional del nacimiento de Jesús, mientras que la otra era una versión más moderna y alegre de la festividad. Los niños y padres de Merryville se dividieron entre las dos versiones y surgió un debate sobre cuál se representaría.
Los tradicionalistas argumentaron que la historia clásica del nacimiento de Jesús era el corazón de la festividad navideña y que cualquier desviación de ella sería una falta de respeto. Señalaron que el certamen se realizaba de la misma manera desde hacía años y que cambiarlo ahora sería un terrible error.
Los modernistas, por otra parte, argumentaban que el espectáculo tradicional era anticuado y aburrido. Creían que era hora de una nueva versión del certamen que fuera más relevante para los niños de hoy. También señalaron que había muchas versiones diferentes de la historia de Navidad y que la iglesia debería aprovechar la oportunidad de compartir una perspectiva nueva.
El debate se hizo cada vez más acalorado y aumentaron las tensiones entre las dos facciones. Parecía que el desfile navideño estaba en peligro de ser cancelado por completo.
La solución
Justo cuando parecía que la situación ya no tenía esperanza, intervino el ministro de la iglesia, el reverendo Johnson. Convocó una reunión de ambas partes y las instó a trabajar juntas para encontrar un compromiso.
Después de mucha discusión, surgió una brillante propuesta:el certamen comenzaría contando la tradicional historia del nacimiento de Jesús. Sin embargo, después del intermedio, habría una segunda parte del espectáculo en la que otras interpretaciones y tradiciones de la Navidad se entretejían en la celebración. En esencia, ¡esto significaba que existía la oportunidad de que dos concursos pudieran coexistir!
Luego, el Reverendo Johnson anunció que habría varios invitados especiales participando en el certamen, y la noticia inspiró entusiasmo que unió a ambas partes con anticipación. . . ¡Incluso más que el debate!
Al final, el compromiso trajo alegría y unidad a una ciudad a menudo dividida por sus diferencias.