* Daño físico: Dejar caer el televisor, golpearlo con un objeto o someterlo a una fuerza excesiva puede provocar que la pantalla se agriete o se rompa.
* Daños por agua: Exponer el televisor al agua puede dañar los componentes eléctricos y provocar un mal funcionamiento o rotura de la pantalla.
* Subidas de tensión: Los aumentos repentinos de potencia pueden dañar los circuitos del televisor y provocar que la pantalla se rompa.
* Daño por calor: El calor excesivo puede dañar los componentes del televisor y provocar que la pantalla se rompa.
* Problemas de software: En algunos casos, un problema de software puede provocar un mal funcionamiento del televisor y que la pantalla se rompa.