1. Tamaño de pantalla: Las pantallas más grandes generalmente consumen más electricidad que las más pequeñas. Esto se debe a que las pantallas más grandes requieren más potencia para iluminar una superficie mayor.
2. Tecnología de visualización: Las diferentes tecnologías de visualización, como LED, OLED y Plasma, tienen diferentes características de consumo de energía. Los televisores LED tienden a ser más eficientes energéticamente que los televisores de plasma, mientras que los televisores OLED ofrecen una eficiencia energética aún mejor.
3. Retroiluminación: El tipo de retroiluminación utilizada en los televisores LCD también puede afectar el consumo de energía. Los televisores LED con iluminación de borde son más eficientes energéticamente que los televisores LED de gama completa, ya que utilizan menos LED para iluminar la pantalla.
4. Funciones de Smart TV: Los televisores inteligentes con funciones adicionales como conectividad a Internet, aplicaciones de transmisión y control por voz pueden consumir más energía que los televisores básicos sin estas funciones.
5. Clasificaciones de eficiencia energética: Muchos países tienen estándares y etiquetas de eficiencia energética para televisores, como la clasificación Energy Star en Estados Unidos. Los televisores con clasificaciones de eficiencia energética más altas consumen menos energía.
6. Patrones de uso: El consumo real de electricidad de un televisor también depende de la frecuencia y el tiempo de uso.
Por lo tanto, es probable que un televisor de pantalla grande, particularmente uno con tecnología de visualización más antigua como Plasma, consuma más electricidad en comparación con un televisor más pequeño con tecnología de mayor eficiencia energética como LED u OLED.