En la mitología griega, los tsunamis se atribuían a menudo a la ira del dios del mar Poseidón. Según un mito, Poseidón estaba enojado por las acciones del rey mortal Egeo, que se había negado a honrarlo. En represalia, Poseidón provocó una ola masiva que arrasó la tierra, destruyendo la ciudad de Atenas y matando a muchos de sus habitantes.
El baile de las ninfas
Otro mito griego asocia los tsunamis con la danza de las ninfas del mar, conocidas como Nereidas. Cuando las Nereidas danzaban en el océano, creaban poderosas olas que podían devastar las comunidades costeras. Los marineros que se encontraban con estas olas a menudo creían que los dioses los estaban castigando por alguna transgresión.
El choque de titanes
También se decía que los tsunamis ocurrían cuando los titanes, los dioses primordiales de la mitología griega, chocaban con los dioses olímpicos. La batalla entre estos dos grupos de deidades hizo que la tierra temblara y los mares subieran, lo que provocó olas masivas que podrían destruir civilizaciones enteras.
Otras causas de tsunamis
Además de la ira de los dioses, también se creía que los tsunamis eran causados por otros fenómenos naturales, como terremotos, deslizamientos de tierra y erupciones volcánicas. Estos eventos podrían desplazar grandes cantidades de agua, creando olas que podrían viajar a través del océano y devastar áreas costeras.
Tsunamis como advertencias
Los tsunamis a menudo eran vistos como advertencias de los dioses, indicando que la gente los había enojado de alguna manera. Para apaciguar a los dioses y prevenir futuros tsunamis, los griegos solían hacer sacrificios y realizar rituales religiosos. También construirían templos y santuarios para Poseidón y otros dioses del mar con la esperanza de ganarse su favor y protección.