- Observación: Holmes tenía una extraordinaria capacidad para observar y notar hasta los detalles más pequeños que otros podrían pasar por alto. Usó sus agudas habilidades de observación para resolver casos complejos.
- Deducción: Holmes era conocido por su excepcional razonamiento deductivo. Podía sacar conclusiones y deducciones precisas basadas en la evidencia y las observaciones que hizo.
- Retos intelectuales: Holmes disfrutaba resolviendo casos complejos y desafiantes. A menudo se aburría cuando no había ningún misterio que resolver.
- Violín: Holmes tocaba el violín como una forma de relajarse y descansar.
- Libros: Holmes tenía una biblioteca extensa y disfrutaba leyendo, particularmente sobre criminología y temas científicos.
- Cocaína: En las historias se menciona que Holmes consumía cocaína ocasionalmente, aunque este hábito no fue retratado positivamente y fue desaconsejado.
A Sherlock Holmes no le gusta:
- Exhibiciones emocionales: Holmes no era muy expresivo emocionalmente y a menudo encontraba que los arrebatos o demostraciones emocionales eran aburridos e innecesarios.
- Convenciones: Holmes no era convencional en sus hábitos y métodos y, a menudo, ignoraba las normas y convenciones sociales.
- Rutina: Holmes consideraba que la rutina y la monotonía eran aburridas y poco inspiradoras. Le encantaban los desafíos y los nuevos casos que requerían toda su atención.
- Tonterías: Holmes tenía poca paciencia para la necedad o la estupidez, especialmente cuando obstaculizaban sus investigaciones o causaban complicaciones innecesarias.
- Actividad física: Si bien Holmes era capaz de realizar actividad física, prefería utilizar sus facultades mentales en lugar de realizar tareas físicas extenuantes.
- Violencia innecesaria: Holmes creía en resolver los casos mediante la inteligencia y la deducción en lugar de recurrir a la violencia o la fuerza innecesarias.