Un aspecto que destaca Selvon es la sensación de aislamiento y soledad que sienten los inmigrantes. Los Lamos es un barrio ficticio que a menudo se utiliza como sustituto de las áreas de la vida real de Notting Hill y Brixton, lugares populares entre los inmigrantes caribeños en Londres. Al vivir en un entorno nuevo y desconocido, lejos de sus hogares y seres queridos, muchos de los personajes del libro luchan contra sentimientos de nostalgia y desplazamiento.
Selvon también retrata las dificultades que enfrentan los inmigrantes, incluidas las malas condiciones de vida, la pobreza y la discriminación. Muchos de ellos trabajan en empleos mal remunerados y enfrentan dificultades para encontrar una vivienda estable. Además, se topan con prejuicios y racismo por parte de algunos segmentos de la sociedad británica, lo que les dificulta integrarse plenamente y sentirse aceptados.
A pesar de estas luchas, Selvon también destaca la resiliencia y la fuerza de la comunidad inmigrante. Forman redes muy unidas, brindándose apoyo y un sentido de pertenencia unos a otros. También encuentran alegría y consuelo en las tradiciones culturales que comparten, como la música y la comida, que ayudan a preservar su identidad y conectarlos con su tierra natal.
La descripción que hace Selvon de las experiencias de los inmigrantes antillanos en Londres ofrece un retrato conmovedor de los desafíos y complejidades que enfrentan las comunidades marginadas en una tierra extranjera. A través de sus personajes, arroja luz sobre las luchas humanas, las esperanzas y los sueños de personas que buscan una vida mejor en un entorno desconocido.